¿Qué es el Insomnio?
El insomnio está definido como “una dificultad persistente con el inicio, la duración, la consolidación o la calidad del sueño”. El insomnio tiene muchos factores y síntomas potenciales que contribuyen a su aparición, pero su diagnóstico depende de dos componentes esenciales: las dificultades para dormir que ocurren a pesar de tener oportunidades adecuadas para un sueño normal, y el deterioro diurno resultante directamente de la mala calidad o duración del sueño. El insomnio crónico se caracteriza por síntomas que ocurren al menos tres veces por semana durante al menos tres meses, mientras que si los síntomas duran menos de tres meses se conoce como insomnio a corto plazo. Aunque el insomnio puede manifestarse de diferentes maneras, la mayoría de los diagnósticos se clasifican en dos categorías:
El insomnio de inicio del sueño se refiere a la dificultad para conciliar el sueño. Este tipo de insomnio puede ocurrir en personas a quienes les cuesta relajarse en la cama, así como en personas cuyo ritmo circadiano no está sincronizado debido a factores como el desfase horario o horarios de trabajo irregulares.
El insomnio de mantenimiento del sueño se refiere a la dificultad para permanecer dormido después de haber dormido inicialmente. Este tipo de insomnio es muy común en las personas mayores, así como en personas que consumen alcohol, cafeína o tabaco antes de acostarse. Ciertos trastornos como la apnea del sueño y el trastorno del movimiento periódico de las extremidades también pueden causar insomnio para mantener el sueño. Algunas personas pueden tener insomnio mixto que involucra tanto el inicio del sueño como las dificultades para mantenerlo, y las personas con insomnio crónico pueden encontrar que estos síntomas cambian con el tiempo.
¿Cuáles son las causas del Insomnio?
Muchas cosas pueden contribuir al desarrollo del insomnio, incluidos factores ambientales, fisiológicos y psicológicos, que incluyen:
- Factores estresantes de la vida que incluyen el trabajo, las relaciones, dificultades financieras y más.
- Hábitos de sueño y estilo de vida poco saludables.
- Trastornos de ansiedad, depresión y / u otros problemas de salud mental.
- Enfermedades crónicas como el cáncer.
- Dolor crónico debido a artritis, fibromialgia u otras afecciones.
- Trastornos gastrointestinales, como acidez de estómago.
- Fluctuaciones hormonales debido a la menstruación, la menopausia, la enfermedad de la tiroides u otros problemas.
- Medicamentos y otras sustancias.
- Trastornos neurológicos, como la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer.
- Otros trastornos del sueño, como apnea del sueño y síndrome de piernas inquietas.
¿Cuáles son los efectos del Insomnio?
El insomnio repercute en el estado de vigilancia del individuo al producir disminución de la concentración, falta de energía física y alteraciones en el comportamiento y las emociones (irritabilidad), que afectan significativamente la calidad de vida. Los efectos más comunes son:
- Disminución de la concentración.
- Falta de energía física.
- Alteraciones del comportamiento.
Tratamiento del Insomnio
Hacer cambios en el comportamiento y el estilo de vida puede mejorar la calidad general de tu sueño y ayudarte a conciliar el sueño más rápido. Estos cambios no tienen los efectos secundarios que pueden causar los medicamentos para dormir. Y las mejoras duran más en el tiempo.
Cambios en el estilo de vida
Hacer cambios simples en el estilo de vida puede ayudarte a dormir mejor. Estos pueden incluir:
- Cambiar tu horario o área de sueño.
- Mantener horarios regulares para acostarte y despertarte todos los días, tratando de no tomar siestas durante el día.
- Evitar las comidas copiosas o el exceso de líquidos al final de la noche.
- Mantenerte activo.
- Evitar el alcohol antes de acostarte. Beber alcohol puede causar sueño, pero cuando lo bebes, es más probable que te despiertes más tarde en la noche y tengas dificultades para conciliar el sueño.
- Hacer ejercicios de relajación. Por ejemplo, puedes probar la relajación muscular progresiva. Esto puede ayudarte si te acuestas en la cama con la mente acelerada.
Medicamentos
Los cambios de comportamiento y estilo de vida pueden ayudarte a mejorar tu sueño a largo plazo. Sin embargo, en algunos casos, tomar pastillas para dormir durante un período breve puede ayudarte a dormir. Los médicos recomiendan tomar medicamentos para dormir solo de vez en cuando o solo por un período breve. No son la primera opción para tratar el insomnio continuo (crónico). Tu médico puede recomendarte medicamentos para dormir recetados o sin receta. Hay otros medicamentos que pueden ayudarte a relajarte y conciliar el sueño, como benzodiacepinas o antidepresivos. Muchos medicamentos para dormir provocan efectos secundarios, como presión arterial baja, ansiedad y náuseas. Estos medicamentos también pueden volverse menos efectivos cuando tu cuerpo se acostumbre a ellos; y pueden causar síntomas de abstinencia cuando dejes de usarlos.
Medicina complementaria
A veces se utilizan medicamentos complementarios para tratar el insomnio. Incluyen suplementos dietéticos, como melatonina o valeriana.
Terapia Cognitivo-Conductual
La terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a mejorar tus patrones de sueño hasta que puedas dormir mejor. Una parte de la terapia consiste en aprender a tener una buena higiene del sueño, lo que incluye deshacerte de las distracciones en tu habitación y mantener un horario de sueño constante. También te enfocas en objetivos como:
- Cambiar pensamientos y comportamientos que interfieren con el buen sueño.
- Crear un horario de sueño que te ayude gradualmente a dormir más con el tiempo.
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